Comer es uno de los placeres de la vida. Much@s estaréis de acuerdo. Elegimos alimentos que nos gustan y evitamos los que nos disgustan. Sin embargo, el hecho de que una comida nos resulte atractiva no sólo está relacionado con su sabor u olor, sino también con el entorno. Lo que nos hace sentir bien es consumir el tipo de alimento apropiado, en el momento apropiado y con la compañia apropiada, sin preocupaciones y sin miedos.
Los expertos en nutrición señalan que una dieta rica en azúcares y grasas, con consumo habitual de alimentos procesados (precocinados, platos preparados, masas elaboradas, bollería, galletas, etc.), está más asociada a desequilibrios emocionales, e incluso cuadros de depresión, que otros estilos de alimentación con un mayor consumo de frutas, verduras, pescado y alimentos frescos en general. No es casualidad, ya que estos últimos alimentos son portadores de nutrientes, fundamentales en las funciones cerebrales, como componentes estructurales de las células nerviosas y como transmisores de señales químicas entre las neuronas. De hecho, los niveles de ácidos grasos omega 3 alcanzan siempre valores mínimos en los pacientes deprimidos.
Por esta razón, todas las personas -en especial, quienes tienen tendencia a un estado ánimo bajo, apatía, irritabilidad o depresión- deben tener en cuenta que la dieta jamás debe suponer un desequilibrio nutricional. No puede haber carencias específicas de nutrientes (en especial vitaminas y minerales), ni ayunos prolongados.
Alimentos que mejoran nuestro estado de ánimo:
- Leche
- Chocolate
- Pasta
- Arroz
- Salmón
- Atún
- Nueces
- Café
- Pollo
- Huevos
- Pavo
- Queso
Alimentos que te hacen sentir mal:
- Alcohol
- Frituras
- Comidas grasientas
- Cafeína
- Pizza
- Hamburguesas
- Azúcar
- Pasteles
Según estemos contentos, tristes, aburridos o eufóricos, nos apetecen más unos alimentos que otros. Si estamos tristes tendemos a comer helados o galletas. Si estamos aburridos, nos apetecen patatas fritas, y así con los diferentes estados de ánimo. Nuestros cambios de humor se lo debemos a la serotonina, una hormona que también está relacionada con nuestro ciclo de sueño. La concentración de serotonina en el cerebro es la que determina si estamos más tristes o más contentos, más o menos relajados, y determina nuestro estado anímico y el afecto. El caso es que la serotonina se concentra en el cerebro a partir del triptófano, un aminoácido esencial que se obtiene a través de la alimentación.
Cuando bajan los niveles de serotonina nos sentimos angustiados, tristes, dormimos mal…Y esos estados nos incitan a comer dulces, porque nuestro cerebro está buscando el triptófano necesario para regular la serotonina. Así, por ejemplo, cuando estamos angustiados recurrimos al chocolate, y cuando estamos nerviosos a la leche. Las proteínas del pescado y de la carne ayudan a concentrarse mejor en un examen, y los carbohidratos mejoran considerablemente el estado de ánimo. Eso sí, si el objetivo es encontrarnos mejor, se aconseja reducir el azúcar y consumir otras fuentes de carbohidratos como los cereales o la fruta fresca.
En cualquier caso, mantener un estado de ánimo estable, sin demasiados altibajos que nos lleven a atracones de alimentos varios, lo mejor es incluir todos los nutrientes en nuestra alimentación diaria. Una dieta sana y variada hará que los niveles de serotonina esté en orden y eso es lo que conseguirá que nos sintamos bien.
Muy interesante. Como todo en esta vida, es cuestión de equilibrio. En la alimentación también!!
qué bien lo describes «equilibrio».
Besos
segun la bioenergetica oriental
la dieta basada en proteinas animales
que atre el consumo para compensar de estimulantes
como cafe tabaco alcohol
crea un caracter que oscila entre la ira y la trsiteza
Muy interesante, muchisimas gracias chifus.