Ingredientes (para 4 personas):
2 calabacines
1 cebolleta
2 dientes de ajo
5 langostinos
2 palitos de surimi
brandy
2 cucharadas soperas de salsa de tomate
un chorrito de nata
aceite de oliva virgen extra
sal y pimienta
Elaboración:
Cortamos cada calabacín en cuatro trozos. Con ayuda de un sacabolas o una cuchara, vaciamos el interior de cada trozo. No debemos llegar a la parte inferior, para que al rellenarlo no se nos escape el relleno.
Cocemos los trozos de calabacín en agua hirviendo con sal durante 10 minutos, retiramos y escurrimos sobre un papel absorbente.
Por otro lado, picamos la cebolleta y los ajos finamente, y rehogamos en una sartén con un chorrito de aceite. Añadimos el interior de calabacín picado finamente y continuamos rehogando.
Una vez rehogado todo, retiramos parte de la verdura. Dos cucharadas aproximadamente para elaborar la salsa.
Pelamos los langostinos. Reservamos las cabezas y cáscaras para elaborar la salsa.
Picamos los langostinos y los palitos de surimi en trozos pequeños.
Incorporamos a la sartén el marisco y salteamos. Salpimentamos y dejamos templar fuera del fuego.
Para la salsa de marisco, colocamos la verdura que hemos reservado junto con un chorrito de aceite en un cazo al fuego. Añadimos las cabezas y las cáscaras de los langostinos. Subimos la temperatura del fuego, echamos un chorro generoso de brandy y dejamos que se evapore. Vertemos la salsa de tomate y un vaso de agua caliente, y dejamos cocer 10 minutos. Añadimos un chorrito de nata y dejamos cocinar 2 minutos más. Trituramos con el túrmix y pasamos por un colador. Ponemos a punto de sal y pimienta, y reservamos caliente.
Para rellenar los calabacines, con ayuda de una cuchara introducimos el relleno en cada trozo de calabacín.
Montaje:
Calentamos en el horno los calabacines, sacamos y echamos un chorrito de aceite de oliva por encima.
Sobre una fuente colocamos la salsa de marisco y encima los calabacines.
*Antes de meter los calabacines en el horno podemos espolvorear queso rallado por encima y gratinarlos.
* Podemos rellenarlos de otro tipo de mariscos o acompañarlo con otra salsa como por ejemplo: calabacines rellenos de sepia y salsa de pimiento amarillo.
