Ingredientes (para 40 rosquillas medianas):
3 huevos tamaño M
9 o 10 cucharadas soperas de azúcar (200 gr.)
ralladura de ½ limón
3 o 4 cucharadas soperas de anís
7 cucharadas soperas de aceite de oliva
1 sobre de levadura Royal (levadura química)
550 gr. de harina de repostería aproximadamente
Para freír las rosquillas:
aceite de girasol
cascara de ½ limón
azúcar para espolvorear glass o de grano
Elaboración:
Colocamos los huevos con el azúcar en un bol y batimos hasta que casi doble su volumen.
Añadimos al bol la ralladura de limón, el anís y aceite de oliva, y mezclamos bien.
Por otro lado, tamizamos la harina y la levadura. Volcamos al bol y mezclamos con ayuda de una varilla.
Una vez tenemos una pasta homogénea, la volcamos a la mesa ligeramente espolvoreada con harina y amasamos durante 2 minutos. Si observamos que se nos pega en las manos y en la mesa, podemos echar un poco más de harina.
Dejamos que repose durante 20 minutos aproximadamente.
Tenemos que formar las rosquillas.
Cogemos porciones de la pasta y cada porción la estiramos con las palmas de las manos hasta conseguir un cilindro alargado. Juntamos las puntas de los extremos y las unimos dándole la forma de rosquilla. Las dejamos sobre la mesa espolvoreada con un poco de harina.
Mientras tanto colocamos una sartén con abundante aceite de girasol y la cascara de limón al fuego. Freímos en la sartén las rosquillas a fuego medio alto hasta que se doren por ambos lados. Tenemos que tener cuidado de que no se nos quemen (iremos subiendo o bajando la intensidad de temperatura).
Cuando estén doradas, las sacamos a una fuente con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Por último, pasamos las rosquillas por el azúcar (mientras estén calientes para que se adhiera bien el azúcar).
*Para conservarlas por más tiempo, las introducimos en un bote de cristal herméticamente cerrado.
*Podemos sustituir la ralladura de limón por naranja.
*Si queréis podéis sustituir el anís por otro licor o incluso por Pedro Ximénez.
