Ingredientes (para 4 personas):
4 confits de pato y su grasa
12 ciruelas pasas
2 chalotas o 1 cebolla morada
2 diente de ajo
210 ml. de vino de Oporto
150 ml. de agua
aceite de oliva virgen extra
sal y pimienta negra
perejil picado
Elaboración:
Pelamos las patatas, y con ayuda de un sacabolas hacemos patatas en forma de bolas. Las colocamos en una cazuela cubierta de agua y una pizca de sal.
Cocemos durante unos 10-12 minutos a fuego medio, las escurrimos y las reservamos.
Calentamos ligeramente los confits de pato para que se desprenda más fácilmente su grasa.
Colocamos un poco de grasa de pato en una sartén y añadimos los dientes de ajo picaditos. Cuando comiencen a dorarse, añadimos las bolas de patata y las salteamos. Añadimos perejil picado, salpimentamos y reservamos.
Picamos la chalota y la rehogamos hasta que quede bien pochada. Añadimos las ciruelas pasas y vertemos el vino de Oporto. Dejamos que reduzca hasta la mitad y añadimos el agua. Cocinamos durante 10-12 minutos a fuego suave.
Sazonamos, trituramos, pasamos por un colador y reservamos. Si queremos darle un poco más de cuerpo a la salsa, podemos añadir un poco de harina de maíz disuelta en un poco de agua.
Precalentamos el horno a 180ºC.
Colocamos los confits en una placa de horno y los asamos durante 10-12 minutos. Terminamos gratinándolos para que nos quede la piel crujiente.
Montaje:
Colocamos la salsa en la base de la fuente, colocamos los confits sobre la salsas y a un lado las patatas salteadas y calientes.
Podemos terminar espolvoreando un poco de perejil.
*Al ser una carne que se puede desmenuzar, nos puede ser muy interesante para rellenar y hacer unos saquitos con pasta brick.
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